La Creación de Adán es probablemente el fresco más famoso presente en la Capilla Sixtina y uno de los más célebres del arte moderno.

Fue realizado por Miguel Ángel alrededor de 1511 y está situado en la bóveda de la Capilla Sixtina dentro de los Museos Vaticanos. Se trata de una de las pinturas más complejas y difíciles de realizar, que tardó dieciséis días en completarse. Miguel Ángel comenzó por la figura de Dios y de los ángeles y luego pintó al fresco la figura de Adán.

¿Qué representa la Creación de Adán?

Miguel Ángel se inspiró en la frase del Génesis "Dios creó al hombre a su imagen" dibujando dos cuerpos similares, ambos fuertes y robustos.

En el lado izquierdo está Adán acostado en el suelo en la actitud de quien se está despertando, mientras que Dios en el lado derecho viene del cielo rodeado por los ángeles.

La mirada del Creador, representada con una larga barba y canas es firme y decidida mientras que la de Adán, representada con un joven fuerte, parece de ingenuo asombro.

Justo debajo de Adán se encuentra uno de los Ignudi, mientras que el fondo de la escena, claro y carente de grandes detalles, resalta aún más a los personajes y la escena se convierte en un evidente mensaje icónico.

El principal detalle del fresco son seguramente los dedos de Dios y Adán que se rozan. El índice del Creador apuntando hacia el hombre con autoridad parece dispuesto a dar un impulso a la mano de Adán que, en cambio, parece débil como si estuviera lista para recibir la energía del Señor.

La creación de Adán pintada al fresco por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina

¿Qué significa la Creación de Adán?

Miguel Ángel decidió representar el soplo divino de la vida con los dedos de Dios y Adán que casi se tocan. Este famoso gesto simboliza la creación del primer hombre, con el índice del Creador listo para lanzar una chispa en el contacto con la mano de Adán.

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